sábado, 23 de agosto de 2008

Lo que pasó en México en el 2006, ahora en USA

La campaña presidencial que se está llevando a cabo actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica, independientemente del interés propio que suele y debe suscitar entre los mexicanos cada cuatro años este suceso histórico tanto por la cercanía inmediata de México con los Estados Unidos como por ser todavía los Estados Unidos la primera super-potencia mundial tanto económicamente como militarmente, está mostrando ciertos signos preocupantes que no deberían ser parte de dicha campaña, signos que podrían interpretarse como los síntomas de una penetración insidiosa y letal en los asuntos políticos internos de los Estados Unidos que no deberían ser incumbencia de nadie más que de los mismos norteamericanos, una injerencia extraña llegada de fuera, la cual ha dejado y sigue dejando pésimos antecedentes en México. Estos primeros síntomas deberían poner en alerta y sobreaviso a toda la clase política norteamericana por lo que ello implica para el futuro de dicho país.

Estos preocupantes síntomas son un parecido cada vez más extraordinario entre lo que sucedió en México en las elecciones presidenciales del 2006, y lo que está sucediendo en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos dos años después. Las similitudes son cada vez mayores, y nuevamente están encajando las piezas en un rompecabezas con el que los mexicanos están familiarizados. Pero no se trata ya de México. Se trata de los Estados Unidos.

Al empezar su campaña para contender por la Presidencia de los Estados Unidos, el virtual candidato presidencial por el Partido Republicano John McCain (que aún no ha sido nominado oficialmente, aunque esto es ya un mero formalismo) se comprometió a que su campaña sería una campaña propositiva, no basada en ataques en contra de su oponente sino una campaña limpia. Y siendo un militar, al ofrecer su palabra había que tomarla como la palabra de honor de un militar, debiendo suponerse que la cumpliría. Y ciertamente, su virtual opositor por el Partido Demócrata, Barack Obama (el cual tampoco ha sido nominado oficialmente, aunque esto también es ya un mero formalismo):





se había estado absteniendo de entrar en la contienda con ataques personales.

Con el paso de los meses, tras arrebatarle a la ex-primera dama Hillary Clinton la mayoría de los delegados requeridos para asegurar la nominación presidencial por el Partido Demócrata, Barack Obama demostró ser un fenómeno excepcional en la política norteamericana. Y en las encuestas los electores norteamericanos empezaron a mostrar una tendencia favorable de Barack Obama sobre John McCain, una tendencia preocupante para John McCain.

Una buena parte de la ventaja favorable a Barack Obama sobre John McCain es indudablemente el incuestionable carisma y la madurez que el primero ha demostrado en todas las entrevistas que le han hecho. Pero por otra parte, la desventaja de John McCain con respecto a Barack Obama tiene que ver con el hecho de que John McCain está siendo nominado por el mismo partido que en sus casi ocho años en la Casa Blanca condujo a los Estados Unidos a una guerra costosa y ruinosa tanto en términos monetarios como en términos de vidas humanas, la guerra de Irak, una guerra no de necesidad sino optativa, bajo la justificación de que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, armas que nunca fueron encontradas, esto en lugar de ir tras el terrorista musulmán culpable por los atentados a las torres gemelas en Nueva York en el 2001 y que hasta la fecha se sigue escondiendo cómodamente en la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán coordinando y ordenando nuevas operaciones terroristas en contra de ciudadanos norteamericanos. El partido que está nominando a John McCain es también el mismo partido que a consecuencia de la costosa guerra de Irak que le costó a los Estados Unidos una pérdida de su liderazgo moral entre las naciones del orbe llevó a los Estados Unidos a una recesión económica (la cual aún no ha sido reconocida oficialmente como tal) que ha precipitado a muchos norteamericanos a la pobreza terminándoles con el "sueño americano" de poder poseer su casa propia, y es el mismo partido que en el 2006 desmanteló e hizo trizas la reforma migratoria que habría beneficiado a indocumentados extranjeros (la gran mayoría de ellos mexicanos), con lo cual el Partido Republicano logró malquistarse con los votantes hispanos que en el año 2000 fueron decisivos para llevar a George W. Bush a la Presidencia. Con este costal a cuestas, se antoja difícil visualizar cómo el Partido Republicano, identificado por muchos como el partido conservador de los Estados Unidos en oposición al Partido Demócrata identificado por muchos como el partido liberal, pudiera concebir esperanzas de poder beneficiarse con la misma votación copiosa que la que obtuvo George W. Bush hace ocho años, un Presidente que de acuerdo a varias encuestas ha sido colocado como el Presidente más impopular en la historia de los Estados Unidos.

Y es aquí en donde podemos establecer los primeros paralelos entre Estados Unidos y México. También en México, en el 2006, al irse acercando la entrega de la estafeta a una nueva administración, el partido en el poder, el PAN, identificado no sólo como el partido conservador de México (en cierta forma, el símil del Partido Republicano norteamericano) sino como el partido de la derecha conservadora e inclusive apoyado por la ultraderecha ultraconservadora (en la figura de la Organización Nacional del Yunque que tanto se benefició con el ascenso a la silla presidencial del pro-Yunquista Vicente Fox) se enfrentó ante la popularidad avasalladora de un candidato de la izquierda liberal (en cierta forma, el símil del Partido Demócrata norteamericano) que llevaba una amplia delantera en las encuestas inclusive desde antes de que arrancara la campaña presidencial en firme. Andrés Manuel López Obrador era en el 2006 el símil de lo que hoy en el 2008 es Barack Obama en los Estados Unidos. Y al igual que como ocurrió en los Estados Unidos, en México el partido en el poder incumplió sus promesas de campaña dejando al país en un estancamiento económico casi total cuyos únicos beneficiarios fueron los poderosos intereses financieros a los cuales se protegió y se ayudó de mil maneras en la administración de Vicente Fox además de los agricultores norteamericanos que se beneficiaron con mano de obra mexicana para el campo que ha estado huyendo de México para no morir de hambre. Por estas razones, a menos de que ocurriese un milagro o algo sumamente drástico, la expulsión del Partido Acción Nacional de Los Pinos parecía un hecho inevitable, tal y como está sucediendo en estos momentos en los Estados Unidos en donde un electorado cada vez más descontento se está preparando para sacar al Partido Republicano de la Casa Blanca.

Con los antecedentes de un mal desempeño de gobierno a cuestas acumulado en seis largos años, para impedir de todos modos en el 2006 a como diera lugar cualquier posibilidad de que un candidato de la izquierda pudiera ocupar la silla presidencial sacando al PAN de Los Pinos, desde los confines más obsuros y siniestros de la política mexicana, fraguado a espaldas del pueblo de México, tomó forma lo que muy pronto se conocería como la guerra sucia mediática del 2006. La gran mayoría de los mexicanos fueron testigos de esta guerra sucia llevada a cabo a través de los medios de comunicación masiva, una guerra sucia que lo primero que hizo fue pintar a Andrés Manuel López Obrador como un peligro para México, acusándolo al estilo de como lo acostumbra la extrema derecha mexicana en su propaganda negra de ser un comunista (lo cual era una falsedad rotunda). El resto de la historia ya lo sabemos, y está documentado aquí mismo por Spectator en otras bitácoras previas.

Cuando un preocupado John McCain visitó México, tratando de congraciarse con los mismos mexicanos con los cuales los Congresistas del Partido Republicano se han malquistado tanto con cosas tales como la construcción del muro fronterizo y el endurecimiento de las políticas migratorias así como el trato dado por las dependencias oficiales a los mexicanos en los Estados Unidos, el jueves 3 de julio del 2008 McCain McCain se juntó y se entrevistó personalmente con el Presidente Felipe Calderón y con otros personajes relevantes de la clase política y empresarial mexicana. Sólo John McCain sabe lo que él mismo discutió a puertas cerradas con todos estos personajes, pero a resultas de su viaje a México, apareció una caricatura en la que el cartonista Pacote manejó (el 4 de julio del 2008, irónicamente la fecha en la que Estados Unidos festeja su Día de la Independencia) con una suspicacia propia de los moneros una posibilidad que en aquél entonces podía tomarse en tono de broma:




La caricatura nos muestra al Presidente mexicano Felipe Calderón sugieriéndole maleóvolamente a un despistado John McCain una idea que posiblemente no se le había ocurrido antes a McCain o de la cual no estaba muy convencido antes de su visita a México, cuando Felipe Calderón le dice: "¿Que tal si dices que Obama un peligro para los Estados Unidos?" Y sin decir palabra, a John McCain de repente se le "prende el foco" como si le acabara de llegar un momento de iluminación, apareciéndole la misma sonrisa maleóvola en su rostro.

Sorpresivamente, esta caricatura que podemos tomar como una ocurrencia del monero tal vez representa algo que realmente sucedió. Posiblemente Felipe Calderón sí le insinuó esta idea a John McCain, posiblemente no se la insinuó. Pero John McCain se vió con otros en México, no sólo con Felipe Calderón, cualquiera de los cuales le pudo haber deslizado esta idea. El caso es que varias semanas después de que John McCain regresó a los Estados Unidos, el ex militar repudiando la palabra de honor que había empeñado ante todos sus compatriotas de que su campaña iba a ser una campaña limpia y respetuosa, dió inicio a una guerra mediática extremadamente sucia que parece casi una copia china de la que tuvo lugar en México en el 2006. Después de todo, si lo mismo le había dado tan buenos resultados a Felipe Calderón en México, ¿por qué no hacer lo mismo en los Estados Unidos con el mismo objetivo, ganar la silla presidencial?.

Al igual que como ocurrió en México, los que empezaron con la guerra sucia fueron los Republicanos y no los Demócratas. Apenas cuatro semanas después de la visita de John McCain a México la primera andanada fue lanzada el 30 de julio del 2008 con un anuncio promocionado a través de la televión en los Estados Unidos (tal y como ocurrió en México) en el cual se compara a Barack Obama con Britney Spears como un personaje popular (¿populista?) pero hueco, frívolo, insubstancial, falto de seriedad, y todos los demás atributos dudosos que se le adjudican a Britney Spears y que por extensión deben ser parte de la personalidad de Obama según el spot.

El envilecimiento de la campaña orquestada por el Partido Republicano en los Estados Unidos ha estado llegando a extremos tales que se antojan francamente ridículos, como ridículo se antojara en su momento que en México con promocionales financiados por dineros de procedencia desconocida se hilara a Andrés Manuel López Obrador con el Presidente venezolano Hugo Chávez, sacando imágenes violentas repletas con tanquetas militares y rifles automáticos de asalto Kalishnikov AK-47. En México, esta historieta ya se conoce. Muchos mexicanos fueron testigos de ella a través de sus televisores. Pero ahora la historieta se está repitiendo con la misma despiadada intensidad y fiereza como la campaña de enfangamiento que se dió en México en contra de López Obrador. Es así como los asesores de John McCain, el ex-militar que había prometido una "campaña limpia" (clean campaign), han llegado a los extremos de intentar sabotear al Partido Demócrata en su propia Convención Nacional.

Parte de esta guerra sucia que se está llevando a cabo en territorio norteamericano incluye la publicación de un libro titulado The Obama Nation: Leftist Politics and the Cult of Personality ("La Nación Obama: Políticas izquierdistas y el Culto a la Personalidad"). Esto es precisamente lo mismo que lo que hicieron en México con López Obrador al que acusaron de ser un populista ególatra. La combinación de palabras Obama Nation es en realidad una combinación grosera de doble sentido, ya que si se pronuncia en Inglés suena en forma muy parecida a la palabra abomination, que significa en Español abominación, con lo cual se quiere hacer referencia a Barack Obama como si éste fuese una abominación. Así, Barack Obama es todo un peligro para los Estados Unidos porque es toda una abominación, y por esto no hay que votar por él. O sea, "No votes por Barack Obama, porque es una abominación y en peligro para los Estados Unidos". ¿Es o no es ésto una guerra sucia como la que tuvo que soportar Andrés Manuel López Obrador? El libro fue escrito por el "intelectual" Jerome R. Corsi:





Para no inflar este documento más allá de lo estrictamente necesario, Spectator invita a sus lectores a que investiguen por cuenta propia con la ayuda de Internet quién es realmente Jerome Corsi y que descubran por cuenta propia la ideología que nutre el cerebro de este individuo, el cual si tiene amistades en México éstas seguramente deben ser amistades que comulgan con mucha de su forma de pensar.

Veamos lo que nos dice sobre esto el periódico The New York Times en una nota publicada el 13 de agosto de 2008, firmada por Jim Rutenberg y Julie Bosman bajo el encabezado "Book on Obama Hopes to Repeat the Anti-Kerry Feat" (Libro Sobre Obama Espera Repetir el Logro Anti-Kerry):

New York— El libro “The Obama Nation: Leftist Politics and the Cult of Personality “, que fue lanzado este mes y señala a través de 384 páginas que el “izquierdismo extremo” de Obama llevaría a Estados Unidos a la ruina, es el ensayo más vendido.

Su autor, Jerome Corsi, doctorado en Harvard, había publicado el libro “Inepto para comandar” durante la campaña anterior contra el demócrata de turno, John Kerry, quien terminó perdiendo.

El Obama de Corsi se parece bastante a una caricatura de la revista New Yorker que el mes pasado denunció los miedos que aún inspira en la opinión estadounidense el senador de Illinois, cuyo segundo nombre es Hussein.

Y es que Corsi en su libro ataca al senador Barack Obama mostrándolo como un sigiloso liberal radical que ha tratado de cubrir “sus amplias conexiones con el Islam” —Obama es Cristiano —además de cuestionar la posibilidad de que la incursión en las drogas que Obama admitió haber realizado durante la preparatoria y la universidad ya habrán cesado.

Algunas partes importantes de este libro, que fueron dadas a conocer por Ediciones Threshold, una división de Simon & Schuster que tiene como jefa de edición a Mary Matalin, una ex –militante Republicana, fueron desafiadas y catalogadas como engañosas o falsas desde el 1 de agosto, que fue el primer día que hizo su debut.

Sin embargo, este domingo va a hacer su primera aparición en la lista de los libros mejores vendidos de The New York Times en los títulos que no tienen temas de ficción---en el Primer Lugar. Este libro, ha sido impulsado por las voluminosas ventas, por el profundo interés que tienen los votantes en Obama y debido a una agresiva campaña mercadotécnica que ha incluido 100 entrevistas con el autor en donde ha estado como invitado de presentadores de radio como Sean Hannity y G. Gordon Liddy, de acuerdo a lo que informó Corsi este martes.

Este libro ha sido un significativo y anticipado éxito para Ediciones Threshold de Matalin, que tiene tres años de antigüedad. Esta casa editora mencionó que hasta el momento ha impreso un cuantioso número de copias, 475 mil, del libro “The Obama Nation” (La Nación de Obama), anticipándose a la demanda que podría tener.

“La meta que se tiene es derrotar a Obama”, comentó Corsi a través de una entrevista telefónica. “No quiero que Obama llegue a la presidencia”. Dijo que también estaba planeando apoyar a varios grupos conservadores que pretenden realizar anuncios publicitarios en contra de Obama durante este otoño, aunque no dio a conocer sus nombres.

Los sitios de la Web de la izquierda han empezado a estudiar minuciosamente el reciente libro de Corsi. En el programa Media Matters (Los Medios Importan), que es dirigido por David Brock, han sido agresivos al verificar los hechos que se presentan en el libro, y sus comunicados de prensa sobre las inexactitudes del libro que han atraído cierta atención en la televisión de cable.

De hecho, varios de los cargos que aparecen en este libro son poco sustanciales, erróneos o inexactos. Corsi describió la mayoría de las críticas que hace en su libro como “quisquillosas”.

¿Suena ésto parecido a lo que sucedió en México en el 2006?

El propósito del libro es resucitar la histeria anti-comunista del pasado, presentando a Barack Obama como un izquierdista extremo, en esencia, un comunista. Esto es exactamente lo mismo que le hicieron en México a López Obrador en el 2006, presentándolo como un comunista, a sabiendas de que López Obrador jamás ha sido un comunista. Naturalmente, quienes conocen mejor, tal vez se mueran de la risa o tal vez les produzca lástima estos intentos propagandísticos por presentar al enemigo a vencer como "el coco". Sin embargo, esta propaganda engañosa y sucia no está dirigida a la clase pensante, a ese dos por ciento de la población que analiza detalladamente cada renglón de lo que está leyendo y que busca siempre consultar otras fuentes de información. Esta propaganda está dirigida al restante 98 por ciento que es susceptible de ser asustado con una mentira que repetida miles de veces se convierte en realidad para ellos. Y los esfuerzos de esta campaña de difamación y desprestigio están cundiendo logrando su propósito. A continuación se muestra una de las muchas imágenes que están siendo circuladas por Internet con el propósito de reforzar la falsedad de que Barack Obama es un comunista:





En esencia, se trata de la misma técnica que usaron Hitler y los Nazis, repitiendo hasta la saciedad -basados en el fraude literario conocido como Los Protocolos de los Sabios de Sión- la mentira sobre la supuesta existencia de una grandiosa y megalómana conspiración judía para apoderarse del planeta, mentira que a fuerza de ser repetida tantas veces terminó convenciendo a muchos alemanes que terminaron viendo a Hitler como su "salvador", un "salvador" que no tardaría mucho tiempo en mostrar al mundo su verdadera careta. De cualquier manera, pese a su contenido subjetivo y su naturaleza tendenciosa, el libro "The Obama Nation" no tardó en escalar hasta el primer lugar en la lista de los libros más vendidos correspondientes a la categoría de no-ficción (de cualquier manera, varias librerías han estado reportando la compra del libro en grandes cantidades múltiples, despertando la sospecha de que dichas compras son parte de un plan coordinado para inflar los números de venta con el deliberado propósito de hacer escalar el libro hasta el primer lugar en la lista).

Aquí podemos establecer otro paralelo importante: también en México un "intelectual" íntimamente asociado a TELEVISA (una empresa amoral acostumbrada a ver la paja en el ojo ajeno sin querer ver jamás la viga en el suyo propio) y a la derecha conservadora de México, Enrique Krauze Kleinbort (glorificado como un Ario entre los círculos ultraderechistas pro-Nazis de México por eso de que en su apellido paterno tiene cierta similitud con la palabra derogatoria kraut con la cual se hacía referencia en tono de mofa a los soldados de Hitler):





escribió un "tratado" titulado "El Mesías Tropical":





Si comparamos este "tratado" con el libro que acaba de ser publicado en contra de Barack Obama, las coincidencias son tantas que el lector que las va descubriendo por cuenta propia posiblemente empiece a tener escalofríos. Todo, pero absolutamente todo lo que ocurrió en México (excepto el desafuero en contra de López Obrador y los videos subrepticios de Carlos Ahumada con los que se hizo todo lo posible por desprestigiarlo) se está repitiendo casi mecánicamente en los Estados Unidos. Y no hay que olvidar que lo que ocurrió en México estuvo coordinado por gente ligada íntimamente con la extrema derecha mexicana, una extrema derecha mexicana racista y conservadora que así como no quería que López Obrador llegara a la Presidencia de México en el 2006 tampoco quiere que el afro-americano Barack Obama pueda llegar a la Presidencia de los Estados Unidos en el 2008, y que no se detendrá en echar mano de todos los recursos a su alcance para lograr sus objetivos.

Al igual que como ocurrió en México con la no tan desinteresada "ayuda" del "intelectual" a sueldo del consorcio TELEVISA Enrique Krauze a quien TELEVISA lo ha sabido recompensar dándole un espacio semanal en cadena nacional y una iguala económica generosa, la guerra sucia en contra de Barack Obama no está limitada a la simple publicación "oportuna" del libro de Jerome Corsi; esta es una guerra de varios frentes que están siendo abiertos simultáneamente con tal de impedir que Barack Obama pueda ocupar la Presidencia de los Estados Unidos. A continuación tenemos otra muestra de cómo se está tratando de presentar falsamente a Barack Obama como un terrorista musulmán encubierto, buscando provocar en contra suya un voto de temor como el que se provocó en muchos mexicanos al estar presentando a Andrés Manuel López Obrador como un peligro para México:





El falso billete de tres dólares con alusiones negativas hacia el candidato demócrata Barack Obama exhibe un fotomontaje central con el rostro del político aderezado con un turbante blanco al estilo musulmán, un camello al lado, y una leyenda que dice: "El Príncipe de las Ideas". Al reverso del billete, se encuentra la Casa Blanca debajo de las palabras: “En la izquierda confiamos. Y en el jardín frontal, un letrero enterrado que reza: “Bajo la nueva mala gestión”. Al momento de elaborarse este trabajo, estos billetes apócrifos podían ser obtenidos del sitio de Internet slick.com mantenido por Jesse Dalton, un individuo que supuestamente sólo lo hace con fines humorísticos y según el cual son ya “miles” los billetes de este tipo que han sido vendidos en todo Estados Unidos, afirmando cínicamente “No intentamos influir con esto entre los electores, sino sólo pasar un momento divertido”. También en México, alegando fines meramente humorísticos, el poderoso duopolio televisivo montó una campaña difamatoria y denigratoria en contra del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador ridiculizándolo a más no poder, algo de lo cual son testigos los millones de mexicanos que tuvieron encendidos sus televisores durante la campaña presidencial del 2006.

El mensaje subliminal de esta propaganda es claro: "Barack Obama es un musulmán encubierto que simpatiza con los musulmanes, y como simpatiza con los musulmanes entonces nadie sabe las barbaridades que cometerá como Presidente de los Estados Unidos en contra de los intereses norteamericanos. Barack Obama es claramente un peligro para los Estados Unidos, y si se le permite llegar a la Presidencia, entonces ello podrá ser el evento más calamitoso en la historia del continente americano. NO votes por Barack Obama; hay que detenerlo; por tu seguridad y tu bienestar así como la seguridad y el bienestar de tus hijos y los que te rodean".

Se había mencionado anteriormente que antes de la misteriosa y extraña conversión de su tono de campaña, McCain había comprometido su palabra de honor de que su campaña sería una campaña respetuosa. McCain formuló públicamente esta promesa el primero de abril del 2008 prometiendo "una campaña respetuosa", promesa que estuvo repitiendo en varias ocasiones, una de ellas ocurriendo el 5 de abril del 2008, después de que el jefe de su comité de campaña, Rick Davis, había enviado un memorándum el 11 de marzo del 2008 repudiando a nombre de John McCain la posibilidad de recurrir a este tipo de tácticas. Gracias a Internet, podemos ver tanto a McCain como a su esposa en YouTube hablar repetidamente sobre la promesa de esta "campaña respetuosa", seguida por la calamitosa confrontación con quienes ahora le están refrescando la memoria al ver cómo incumplió su palabra de honor como militar posiblemente convencido por alguien durante su visita a México de que lo único que importa a fin de cuentas es ganar haiga sido como haiga sido.

También Felipe Calderón cuando empezaba en el 2005, al igual que John McCain en el 2008, ofreció al país una "campaña propositiva de altura". Le refrescaremos la memoria a Felipe Calderón remitiéndonos a una entrevista telefónica llevada a cabo por el periodista Eduardo Ruiz Healy el 21 de noviembre del 2005, conservada por la pro-Calderonista Lupa Ciudadana en su base de datos bajo el título "El PRI y el PRD representan el pasado", en la cual tenemos lo siguiente:

ERH: Claro, es lo que comentábamos, te conoce el sesentaitantos por ciento de la gente nada más.

FC: Aquí en la encuesta de Reforma ya aumenta un poco, ahora me conoce casi el 80 por ciento.

ERH: Muy arriba de la de Argos.

FC: Sí, muy arriba de la Argos. Sin embargo, me conoce la mitad de la gente de... el doble, la gente que no me conoce es el doble de la gente que no conoce a Madrazo y que no conoce a Andrés Manuel López Obrador, de manera que tengo un margen todavía muy importante de mejora, la clave es que consolidemos con una campaña propositiva, seria, de cara a los ciudadanos, esta tendencia que me alegra mucho y es muy positiva.

Esta misma promesa de una "campaña propositiva" la estuvo repitiendo Felipe Calderón tantas veces que hasta Spectator perdió la cuenta de ellas. Pero cuando empezaron a aparecer los primeros spots de la guerra sucia del 2006 en contra del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, Felipe Calderón optó por fingir demencia y ya no hizo referencia alguna a sus "campañas propositivas, serias, de cara a los ciudadanos", como muestra adelantada de una hipocresía que reafirmaría casi de inmediato como Presidente al forjar alianzas con gente tan corrupta como Elba Esther Gordillo pese a su desgastado discurso acerca de su combate frontal a la corrupción del cual la revista Siempre! en su número 2880 nos tiene que decir lo siguiente en su editorial principal:




Gordillo, una lección de impunidad
Editorial
Siempre!
24 de agosto de 2008

El mal que hoy consume la estabilidad de la nación tiene un nombre: impunidad. Una tipificación de conducta jurídica y política que no sólo está vinculada en este momento a la delincuencia organizada, sino a gran parte del sistema político mexicano.

Por ello, si el presidente Felipe Calderón pretende combatir el origen de la descomposición social que vive el país tendrá que comenzar por eliminar de la escena política a ciertos personajes que se han erigido en obstáculo del cambio y progreso mexicano.

Lo medular es que el primer mandatario se pregunte si quiere o no iniciar un proceso para, a mediano y largo plazo, desterrar los detonantes de la corrupción y si al ponerlo en marcha está dispuesto a poner en riesgo el futuro de su partido en el poder.

Responder esta pregunta es fundamental porque, de ser afirmativa, tendría que replantear el papel que juega el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en dos ámbitos. Primero, en la preservación, fortalecimiento y modernización de las instituciones. Y junto con ello en la esfera de la preservación del poder.

¿Qué es más importante para Calderón? ¿Proteger a Elba Esther Gordillo porque ha transformado a su sindicato en un poderoso instrumento electoral, que puede garantizarle al PAN futuros triunfos electorales, o limpiar el sistema educativo mexicano de la dramática corrupción y mediocridad en la que se encuentra inmerso?

Decidirlo no debería implicar ningún tipo de conflicto sobre todo porque la única y auténtica arma para combatir la violencia, el narcotráfico y la crisis de valores nacionales —ancla del subdesarrollo económico y cultural que hoy experimentamos— es precisamente la educación.

Mientras la señora Gordillo propone que las escuelas normales formen técnicos en turismo en lugar de maestros; mientras los exámenes de evaluación magisterial muestran la decadencia en la que se encuentra el magisterio; mientras los niños de México ocupan uno de los últimos lugares a nivel mundial en matemáticas y otras materias, el crimen organizado crece.

Para decirlo rápidamente: la baja calidad educativa que existe es una de las responsables directas de la delincuencia.

Por ello la pregunta al Presidente de la República: ¿la lucha contra la violencia e impunidad es mera parafernalia o se quiere realmente poner las bases para erradicarla?

Resulta deprimente escuchar como primera noticia de la mañana que la señora Gordillo negocia con el gobierno de Calderón que las escuelas normales dejen de producir maestros porque ya no hay plazas suficientes. Afirmarlo en un país de reprobados sólo puede ser consecuencia de un cinismo enfermo producto del exceso.

Provoca náusea leer el servilismo con el que Gordillo le agradece los mil 200 o mil 500 pesos que recibirán los maestros de la capital, porque “usted es el patrón del Distrito Federal”. Es decir, por alguna razón, la líder del magisterio consideró que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México —al que también ha seducido en diferentes momentos— ha dejado de ser, para ella, electoralmente atractivo.

Mientras personajes como Gordillo sigan siendo intocables, el gobierno calderonista no tendrá ningún tipo de autoridad para decir que su administración combate la impunidad, verdadera promotora —como lo ha dicho el senador Santiago Creel— de la delincuencia y el crimen.

La despiadada e inmisericorde guerra sucia que se ha desatado en contra de Barack Obama ha empezado a rendir algunos frutos de acuerdo con varias encuestas, al igual que como sucedió en México en el 2006, explicado por el hecho de que un creciente sector del electorado norteamericano está siendo asustado empezando a creer, a base de tanta repetición, que posiblemente Barack Obama realmente sí es un peligro para los Estados Unidos, y que lo mejor es votar por John McCain para tener cuatro años más de lo mismo (al igual que con Felipe Calderón entrando en lugar de Vicente Fox). Y se desata aquí una tremenda interrogante sobre el papel que pueda estar jugando ya la ultraderecha mexicana en todas sus versiones, colores y sabores, para "ayudar" a una derrota del candidato del Partido Demócrata en los Estados Unidos, Barack Obama.

¿Qué es lo que podría motivar a las organizaciones secretas de la extrema derecha mexicana (las mismas que apoyaron a Felipe Calderón para impedir en el 2006 que López Obrador pudiera ser Presidente de México) para ir a meter sus narices en asuntos que no les incumben, las campañas presidenciales que se están llevando a cabo en los Estados Unidos? ¿Cuál es su interés en meterse en donde puedan y hasta donde puedan en los procesos electorales norteamericanos? El asunto va más allá del supuesto "cripto-comunismo" o supuesto "musulmanismo" que le quieren achacar a Barack Obama. El duro dilema que enfrentan las organizaciones de la extrema derecha mexicana así como sus poderosos aliados en los estratos superiores de la sociedad mexicana es que un Presidente de piel negra, que seguramente ha sufrido en carne propia al igual que los judíos los efectos del odio racial, posiblemente estaría muy interesado en conocer más ya como Presidente acerca de esas sociedades encubiertas de México que destacan precisamente por su antisemitismo y por ende su odio racial en contra de los negros, los chinos y los judíos. Y posiblemente estaría interesado en hacer algo al respecto sin quedarse con los brazos cruzados. Algo como poner sobre la mesa de discusiones ante su homólogo Felipe Calderón el tema de las sociedades secretas de la ultraderecha mexicana y la creciente influencia que han tenido y siguen teniendo en la política mexicana. Con sólo hacer esto, poner este tema sobre la mesa de discusiones, las consecuencias para estas sociedades secretas podría ser poco menos que catastrófico. Lo menos que sucedería es que los servicios de inteligencia norteamericanos se activarían -si es que no lo están haciendo ya- para poner al Yunque y a la Universidad Autónoma de Guadalajara bajo un microscopio. Para la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara, la emisión de una alerta pública del Departamento de Estado norteamericano acerca de lo que está sucediendo dentro de la UAG podría privarle de sus estudiantes norteamericanos, fracturando en dos una de sus principales fuentes de financiamiento. Y el desprestigio que se les vendría encima podría atomizarles la inscripción de estudiantes mexicanos en años sucesivos, efectivamente condenando a la UAG a una desaparición no-prevista por falta de clientela. De este modo, la extrema derecha mexicana (o mejor dicho, la extrema derecha latinoamericana) perdería su principal plataforma de operaciones en México, en Guadalajara, dejando al gigante sin una de sus cabezas. Y en lo que respecta a la Organización Nacional del Yunque, la exposición pública a nivel mundial acerca de sus actividades secretas por parte de funcionarios norteamericanos lo pondría en la picota listo para ser decapitado en retazos. Como puede verse, las apuestas son enormes, y en caso de perder, las consecuencias negativas para las sociedades secretas de la ultraderecha en México podrían terminar siendo de raigambre histórica. Esto es ni más ni menos lo que está en juego. Esto es lo que a ellos les atañe la posibilidad de una victoria en los Estados Unidos de un candidato presidencial que llegado el momento posiblemente no esté dispuesto a tolerar que estas cosas sigan ocurriendo en la mayor impunidad en su país vecino al sur.

Pese a la gran pobreza que hay en México, en su territorio habitan algunos de los hombres más ricos del mundo, gracias a la enorme disparidad en la repartición de la riqueza propiciada por las políticas neoliberales extremas abrazadas por el partido en el poder, el PAN. Los financieros que metieron cuantiosos recursos económicos para impedir en el 2006 que López Obrador pudiera ser Presidente de México no tendrían limitación económica alguna para suministrar una cantidad enorme de recursos para apoyar a John McCain ayudándolo a detener la ascensión de Barack Obama a la Presidencia de los Estados Unidos, porque si algo les sobra a estos individuos a manos llenas es el dinero que poseen. Sin embargo, tratándose de un país como Estados Unidos, no es ya tan fácil meter recursos económicos de modo ilegal como sucedió con aquella organización de triste memoria conocida como los Amigos de Fox, y podrían exponerse a terminar en la cárcel con sus cuentas y activos en los Estados Unidos congelados e incautados. La ayuda que pueden proporcionar en todo caso no es con recursos económicos sino con recursos humanos, compartiendo "experiencias" con gente afín a ellos dentro del Partido Republicano sobre lo que se hizo en México para pulverizar a Andrés Manuel López Obrador, suministrándole planes y estrategias, y tratando de influír sobre los electores de ascendencia hispana en los Estados Unidos (cuyo voto será crucial este año para decidir quién será el próximo ocupante de la Casa Blanca en Washington). Sobre esto último, no hay que olvidar que las señales de TELEVISA no están confinadas a México. También llegan en el idioma español al interior de los Estados Unidos. Y también pueden tratar de ejercer su influencia de mil maneras posibles. Ya vimos en México cómo lo hacen. Y lo pueden tratar de hacer allá mientras no les marquen el alto. Inclusive podrían tratar de recurrir a la ultraderecha hispana residente en los Estados Unidos como la radicada en Miami. Que al fin y al cabo, en México estos amorales individuos operan con la mentalidad de que lo importante es ganar por la buena o por la mala.

Estrictamente hablando, Barack Obama no es un africano "puro", ya que su madre (ya fallecida) de hecho era una mujer blanca de nombre Stanley Ann Dunham:





e inclusive los ancestros de ella eran blancos "puros" de acuerdo a las costumbres y creencias de aquellos tiempos:





Sin embargo, estas cosas no tienen importancia alguna para extremistas casi idénticos en su modo de pensar a los Nazis Hitlerianos que consideraban a un ciudadano alemán no como un alemán sino como un judío por el solo hecho de que tuviera un ancestro judío varias generaciones atrás, lo cual debería preocupar seriamente a todos aquellos mexicanos que crean tener entre sus antepasados algún abuelo o abuela o bisabuelo o bisabuela o tatarabuelo o tatarabuela que haya sido judío o judía, porque individuos fanatizados hasta la locura en organizaciones ultraderechistas secretas como el Yunque y los Tecos de la UAG no se tentarán el corazón para descargar su odio en contra de mexicanos con algún ancestro judío siempre que tengan oportunidad para ello. (En los libros escritos por el Teco fundador de la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara, Carlos Cuesta Gallardo alias Traian Romanescu, se puede apreciar un desprecio profundo hacia todos los matrimonios interraciales entre blancos y negros acusándolos de ser matrimonios "promovidos por judíos" para "degenerar" y "desaparecer" a la raza blanca, mismo argumento usado por las doctrinas Darwinistas raciales de los Nazis, pese a que el mexicano común es producto de uno de los mestizajes más intensos que se hayan dado en la historia del hombre. A modo de ejemplo, tenemos lo que nos dice "Traian Romanescu" en la segunda edición de su libro propagandístico Traición a Occidente publicado en México en 1961, justo cuando la Universidad Autónoma de Guadalajara se estaba consolidando como el centro primordial del neo-Nazismo encubierto de Latinoamérica en donde todo es interpretado tras bambalinas al amparo de la fantasiosa "gran conspiración judía masónica comunista", específicamente en el capítulo XXI titulado Estorba la raza blanca. El título de éste capítulo introduce la idea de que la raza blanca, por su comprobada superioridad, especialmente la raza "Aria" que Hitler quería que fuese la raza dominante del mundo con todas las demás razas "inferiores" sometidas al servicio de una "raza superior", es al decir de Traian Romanescu un obstáculo para la consumación plena de "la gran conspiración judía masónica comunista", el tema central de la mitología de la ultraderecha, y que por ello una parte fundamental del plan de "la gran conspiración judaica" es la desaparición de la raza blanca mediante matrimonios y uniones interraciales con el objeto de "degenerar a la raza blanca", siendo por lo tanto Barack Obama -al decir de la ultraderecha- el resultado de una "degeneración" de la raza. Este libro, al igual que todos los demás libros de "Traian Romanescu", está tan repleto de falsedades, distorsiones, fantasías, mentiras, referencias a documentos inexistentes y citas tomadas fuera de contexto, que exponer sus contenidos como la basura que son se llevaría por lo menos otro libro por lo menos tres veces más grande que el libro original de "Traian Romanescu" que consta de centenares de páginas, o sea un libro de más de mil páginas, para desmentirlo como se debe. Baste con señalar aquí que la desaparición del comunismo soviético tras la caída del Muro de Berlín convirtió ésta "obra maestra" de "Traian Romanescu" en algo grotescamente obsoleto, exponiéndolo como una farsa tan grande y tan burda como los mismos Protocolos de los Sabios de Sión de los que a fin de cuentas deriva toda esta ideología bizarra. Spectator tendrá algo más que decir sobre este personaje en una próxima publicación.) El caso es que, por el solo hecho de haber tenido un padre negro así como por el color de su piel, Barack Obama no es grato a los ojos de la ultraderecha mexicana, no es grato a los ojos de los ultraconservadores que en estos momentos son los que realmente están manejando las riendas del poder en México y están doblegando y manejando cada vez con mayor facilidad a títeres suyos como Felipe Calderón y Germán Martínez Cázares como los eventos recientes lo comprueban. No les importa en lo absoluto el hecho de que Barack Obama por méritos propios haya graduado de la Escuela de Derecho de una de las universidades de mayor prestigio en los Estados Unidos, la Universidad de Harvard (superior en todos aspectos a la ultraderechizada Universidad Autónoma de Guadalajara), ni que haya graduado de dicha universidad Summa Cum Laude con el grado de Juris Doctor como tampoco le importó a Hitler el que su ideología extremista le haya costado a Alemania el éxodo y la pérdida de algunos de sus más brillantes científicos justo cuando estaba preparando a la nación para la guerra. Ninguna de estas cosas tiene importancia alguna dentro de las mentes atrofiadas de aquellos fanáticos extremistas para quienes un judío es y será por siempre un judío independientemente de la integridad de su carácter y su valía como humano y para quienes un negro también es y será por siempre un negro independientemente de sus méritos o de su calidad como humano. Tales cosas no computan en la mente arterioesclerosada del ultrafanático. Y si Barack Obama no es grato para ellos, la tentación de ir a meterse en los asuntos de la política interna de los Estados Unidos que sólo competen a los norteamericanos está allí, una tentación demasiado poderosa como para poder ser resistida por gente que de santidad no tiene nada.

Es importante aclarar que así como en el 2006 lo importante para la ultraderecha mexicana no era tanto garantizarle el triunfo a Felipe Calderón -quien no está juramentado dentro de alguna sociedad secreta de ultraderecha- sino más bien impedir a como diera lugar que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador pudiera llegar a la Presidencia, hoy en el 2008 lo importante para la ultraderecha mexicana no es tanto ayudar a garantizarle su triunfo al candidato del Partido Republicano, John McCain, sino más bien impedir por todos los medios posibles a su alcance la posibilidad de que el candidato del Partido Demócrata, Barack Obama, pueda ser el próximo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Esto último es lo único que realmente les importa "ayudar" a lograr, haiga sido como haiga sido.

¿Por qué una injerencia de las sociedades secretas de la ultraderecha mexicana podría ser un factor decisivo en el 2008 para impedir que Barack Obama pudiera llegar a ser el Presidente de los Estados Unidos? Por una razón muy sencilla: por lo cerrado de la competencia. A las pocas semanas de haber dado inicio a una despiadada guerra sucia, el 20 de agosto del 2008 y de acuerdo con la prestigiada empresa encuestadora Gallup, el candidato John McCain ya gozaba de un empate técnico con su rival. Y esto es precisamente lo mismo que sucedió en México en el 2006. Recuérdese que al llegar el día de las elecciones presidenciales en México la competencia estaba tan cerrada que inclusive Consulta Mitofsky que había predicho el triunfo del candidato presidencial del PAN Vicente Fox en el año 2000 por vez primera se vió imposibilitada de poder hacer un vaticinio sobre el probable triunfador, situación que persistió a lo largo de la jornada electoral e inclusive al estarse llevando a cabo el conteo de la votación. Si en las elecciones presidenciales norteamericanas un candidato llevara una ventaja de cinco o diez puntos porcentuales sobre su oponente, entonces la injerencia en los asuntos políticos internos de los Estados Unidos de los poderes fácticos que están gobernando a México sería de efectos nulos. Pero en estos momentos ninguno de los dos candidatos lleva una clara ventaja sobre su oponente. Los dos están virtualmente empatados. Y no sería ésta la única ocasión en la historia reciente de los Estados Unidos en la cual una votación ha estado tan cerrada que se llegó a los extremos en los que el resultado final podía depender de los escasos votos que se pudieran contar a mano en un condado de Florida (Palm Beach) habiendo llegado la cosa a tal grado que el asunto tuvo una conclusión más jurídica que política con la intervención de la Suprema Corte de Justicia norteamericana. (En México, en su momento, los simpatizantes del candidato Andrés Manuel López Obrador exigieron un nuevo conteo de la votación voto por voto, casilla por casilla, lo cual no sólo nunca se hizo sino que hasta el día de hoy los paquetes electorales de aquella histórica jornada están a la espera de que alguien les eche el cerillo "en cumplimiento de lo que ordena la ley".) En estas elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en los Estados Unidos, cualquier cosa por insignificante que parezca puede ser suficiente para voltear el fiel de la balanza. Y el voto hispano de los latinos puede ser el factor crucial que haga girar la balanza hacia uno u otro lado. En esta ocasión, el voto latino será tan importante que la misma ex-contendiente Hillary Clinton hizo recientemente un llamado en la Convención Nacional Demócrata a los hispanos para que apoyen a Barack Obama.

La injerencia que puedan tener los poderes fácticos de México en las elecciones internas de los Estados Unidos va mucho más allá que el posible envío de algunos agentes escandalosos que estén abucheando a Barack Obama y que estén echándole porras a John McCain trabajando como colaboradores (y saboteadores) de campaña en forma similar a como ya lo hicieron en México en el 2006. TELEVISA, uno de los mejores aliados que tuvo (y sigue teniendo) la ultraderecha mexicana para atacar y desprestigiar noche y día al candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador socavándole cada uno de los puntos porcentuales de ventaja que llevaba sobre Felipe Calderón, está en condiciones óptimas para poder manipular a los votantes hispanos a través de las transmisiones de televisión que entran de México a los Estados Unidos por cablevisión, las cuales son muy vistas por millones de hispanos en dicho país. Estas transimisiones entran sin censura ni vigilancia alguna hacia el corazón de los Estados Unidos y constituyen el mejor caballo de Troya con el cual la extrema derecha mexicana y sus poderosos aliados pueden intentar sabotear las elecciones norteamericanas. Recuérdese cómo TELEVISA, en sus programas "informativos", así como sus comentaristas y editorialistas a sueldo que aparecen en dicho medio, no cesaban de atacar y criticar a López Obrador a la vez que elogiaban y aprobaban al candidato panista Felipe Calderón. Esto, además de los spots propios de la guerra sucia que muchos mexicanos recuerdan. Basta con darles "línea" editorial a los conductores y editorialistas y comentaristas y productores de programas y telenovelas para que estos empiecen a resaltar sutilmente de mil maneras los "defectos" y "debilidades" por los cuales Barack Obama no debería de ser Presidente de los Estados Unidos, un mensaje repetido constantemente a un auditorio televisivo hispano en los Estados Unidos con la intención de irlo "programando" paulatinamente en contra de Barack Obama y a favor de John McCain, manipulando el voto hispano en Norteamérica tal y como lo hicieron en México en el 2006.

Habrá quien pregunte: ¿Serán realmente capaces los aliados y asociados a la derecha ultraconservadora mexicana, esta misma ultraderecha que está insipirada en los libros de Salvador Borrego y el antisemitismo de la Alemania Nazi, de ir a meter sus narices en donde no deberían, serán capaces de incurrir en el más grave pecado (delito incluso) de injerencismo en los asuntos políticos internos de los Estados Unidos, con tal de lograr que el candidato de sus simpatías, el candidato del Partido Republicano, pueda triunfar sobre Barack Obama? ¿Serán capaces de intentar exportar sus técnicas, sus métodos y sus "consejeros" para pivotar a la opinión pública norteamericana -sobre todo a los electores hispanos- en contra de Barack Obama como ya lo hicieron en México en el 2006?

La respuesta a esta última pregunta es una sola: Son capaces de esto y mucho más. Se trata de gente desequilibrada que ya perdió el piso y no mide las consecuencias de sus actos, como su ídolo Hitler que tampoco midió las consecuencias de su invasión a Polonia sintiéndose todopoderoso e invencible. Spectator ya había advertido desde hace un año sobre esta terrible posibilidad de que la ultraderecha mexicana trate de extender sus alcances fuera de México. Esto se hizo en la bitácora La Internacionalización del Yunque. Sería verdaderamente terrible que la sociedad norteamericana despertara duramente ante una nueva realidad que ya está siendo padecida por los mexicanos en carne propia, sobre todo cuando el enemigo es un enemigo que no muestra honestamente su verdadero rostro y niega incluso sus verdaderas afiliaciones y su preocupante extremismo, un enemigo invisible cuyos propios actos sin embargo lo están desenmascarando cada día más y más.

Antes de dar por cerrada esta entrega, Spectator se ve obligado a hacerle una aclaración adicional a los despistados adherentes de la antisemítica ultraderecha mexicana que se la pasan leyendo y consumiendo noche y día los tratados acerca de "la gran conspiración judía masónica comunista" y los obsoletos y demeritados libros propagandísticos de neo-fascistas como Salvador Borrego, fanáticos imbecilizados para quienes Enrique Krauze se ha convertido en un ídolo digno de ser glorificado de mil maneras por su valiosa participación en evitar la posibilidad de que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador pudiera llegar a la Presidencia de México. Y esta aclaración es el hecho de que, a pesar de sus apellidos aparentemente "arios", Enrique Krauze profesa la religión judía. ¿Les cuesta trabajo creerlo? Pues entonces consulten su biografía. O algo mejor, se lo pueden preguntar a él personalmente. Esta es una más de las ironías bizarras en las que está inmerso el México actual de la era del Yunque y de la sociedad ultraderechista Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Sin embargo, Spectator hace esta aclaración importante no porque esté a favor o en contra de Enrique Krauze por el hecho de profesar la religión judía, ya que Spectator es sumamente respetuoso de todas las creencias religiosas de los demás (siempre y cuando no involucren sacrificios humanos), así como de la raza a la que pertenezcan otras personas. La aclaración se hace aquí para resaltar el hecho de que los barones de la extrema derecha mexicana siempre han estado y siguen estando dispuestos a utilizar a cualquiera que sea útil para sus fines y sus propósitos, así sea un judío, un masón, o un comunista, ya que trabajan sobre la maquiavélica premisa de que el fin justifica los medios. La religión profesada por Enrique Krauze no es ningún misterio o secreto para los cabecillas posicionados en las más altas esferas del Yunque y de los Tecos de la UAG. Ellos siempre lo han sabido. Pero se lo mantuvieron y se lo siguen manteniendo muy bien oculto a sus militantes de base, a sus tropas de infantería, porque en su momento (las elecciones presidenciales del 2006) fué más importante utilizar la ayuda de Enrique Krauze para sus negros propósitos, les fue más importante tenerlo como aliado, que tenerlo de enemigo. Sin embargo, si Enrique Krauze cree que por servirle hincado de rodillas a los barones de la ultraderecha mexicana le van a quedar agradecidos, Spectator le puede citar varios ejemplos a Enrique Krauze de judíos que también se hincaron y se arrodillaron ante el régimen de Adolfo Hitler en la creencia ilusoria de que los Nazis los iban a tratar con especial consideración y benevolencia por su sumisión. Y a estos judíos, la Historia les terminó enseñando una lección sumamente dura. Aunque, por lo que se ve, no sólo a los adherentes de la extrema derecha les cuesta trabajo asimilar las lecciones de la Historia.


POSTURA DE NEUTRALIDAD: Por este conducto, Spectator desea dejar en claro que no se pronuncia ni se pronunciará a favor de John McCain ni a favor de Barack Obama, adoptando una postura de neutralidad absoluta en todo lo que concierne a los procesos electorales norteamericanos del 2008 que a fin de cuentas deben ser incumbencia y competencia exclusiva de los ciudadanos norteamericanos. Las observaciones formuladas en este trabajo tienen que ver con individuos que no son norteamericanos pero que representan un peligro extraordinario no sólo dentro de México sino inclusive fuera de México por el extremismo que los cubre, la impunidad con la que actúan, y el poderío que están amasando, justo en el momento en que el verdadero rostro de ellos está siendo expuesto ante el mundo entero volviéndolos más peligrosos al igual que una pantera herida.


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POST SCRIPTUM:


El sábado 20 de septiembre del 2008 apareció publicada por la agencia periodística EFE en varios medios la siguiente nota:

Es Chávez nueva 'arma' de McCain contra Obama
Candidato republicano lanza anuncio televisivo en el que acusa
a su par demócrata de pretender negociar con venezolano
Agencia EFE
20 de septiembre del 2008

Washington- La campaña del republicano John McCain puso ayer en circulación en Florida un nuevo anuncio televisivo en el que se critica la decisión del demócrata Barack Obama de reunirse con 'líderes extranjeros "sin condiciones" y que tiene a Hugo Chávez, como protagonista.

El anuncio que se titula, "¿Con quién quiere hablar Obama?", arranca con la más reciente tarascada del presidente venezolano "Váyanse al (xxx) yankis de (xxx)" mientras el narrador subraya que Obama dijo que se reuniría con él "en su primer año de gobierno".

Y continúa con declaraciones de Chávez: "Estados Unidos, que anda detrás de todas las conspiraciones contra nuestros pueblos"... "Nosotros, yankis de (xxx), sépanlo, estamos resueltos a ser libres, pase lo que pase y cuéstenos lo que nos cueste".

El narrador se pregunta: "¿Tú crees que debemos hablar con Chávez?"; y, justo antes de la requerida frase de "Soy John McCain y apruebo este mensaje", concluye: "En noviembre, tú decides".

La campaña de Barack Obama consideró este anuncio como "la última distorsión de John McCain" y dijo que supone "un intento desesperado por distraer la atención" del hecho de que el aspirante republicano representa "las mismas políticas de Bush, que serían un desastre para las familias hispanas".

Los demócratas indicaron que "no se pueden aguantar las políticas económicas que nos han llevado al estancamiento" ni tampoco se pueden sostener "las políticas internacionales que han fortalecido a Chávez y han retrasado el liderazgo de Estados Unidos en América Latina" al tiempo que "no han hecho nada para romper" la dependencia del país "del petróleo extranjero".

Llama mucho la atención el hecho de que este anuncio televisivo del candidato John McCain haya sido radiado empezando en Florida, precisamente el Estado que tiene en la ciudad de Miami una de las poblaciones hispanas más grandes de la Unión Americana, a sabiendas de que muchos hispanos estuvieron expuestos a través de cablevisión a los comerciales de la guerra sucia que se estuvo llevando a cabo en México en contra del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Destaca también el hecho de que en los anuncios de la guerra sucia de John McCain se recurre a la imagen del lenguaraz Presidente venezolano Hugo Chávez bajo un contexto negativo tal y como ocurrió en el curso de la guerra sucia que tuvo lugar en México en el 2006. Y al igual que en los spots radiados por televisión en México dos años atrás en contra de Andrés Manuel López Obrador en los cuales aparecía una voz en off diciendo "No votes por López Obrador, es un peligro para México", también en los spots de John McCain aparece la voz de un narrador desconocido diciendo "¿Tú crees que debemos hablar con Chávez?" bajo el contexto de que Hugo Chávez es un peligro para los Estados Unidos y cualquier Presidente norteamericano que pretenda entablar una conversación con Hugo Chávez también será un peligro para los Estados Unidos. Borrando la palabra Obama y poniendo en su lugar "López Obrador", este spot de John McCain no es muy diferente del spot favorito usado por la aguerrida ultraderecha en México en el 2006 en contra de López Obrador.

Y se debe recordar que el tono de la campaña de John McCain cambió de la campaña respetuosa que había prometido a su propia guerra sucia en contra de Barack Obama justo después de su viaje a México cuando se entrevistó con Felipe Calderón. Los "ayudantes" hispanos para la campaña de John McCain en los Estados Unidos hoy muy bien podrían ser los mismos que los que ayudaron a Felipe Calderón en México ayer a refrendar al panismo en el poder como "premio" por haber mantenido estancada la economía de México con crecimiento casi nulo por seis largos años.

Pese a la intensa guerra sucia mediática cuyo primer disparo fué dado por John McCain, el candidato Demócrata Barack Obama con su mensaje de esperanza ha logrado reunir multitudes enormes como la que juntó el 18 de octubre del 2008 en St. Louis, Missouri:





Y justo al mismo tiempo que Barack Obama ofrecía un mensaje de aliento y esperanza en tiempos sumamente difíciles, empezaron a surgir en Estados Unidos nuevas revelaciones acerca de un pasado que John McCain quisiera ver olvidado, un pasado que lo conecta precisamente con el mismo tipo de gente -gente neo-Nazi de la sociedad secreta "Tecos" operada por la Universidad Autónoma de Guadalajara en México- que desde las filas de la ultraderecha mexicana le ayudó enormemente a Felipe Calderón a instalarse en la silla presidencial, como podemos verlo en la siguiente nota:

Pasado anticomunista acosa al candidato republicano
Surgen rumores acerca de su pasado oscuro
J. Jaime Hernández
EL UNIVERSAL
15 de octubre del 2008

WASHINGTON.— A sólo tres semanas de unas elecciones que marcarán un antes y un después en Estados Unidos, John McCain se ha convertido en el peor enemigo de su campaña. Su apuesta en favor de una guerra sucia que pretendía asociar a Barack Obama con Bill Ayers, un “terrorista doméstico” de la década de los 60, le ha convertido en objetivo de unas pesquisas que han hurgado en la parte más oscura de su pasado para vincularle con un grupo privado que suministró ayuda a las guerrillas que trataban derrocar al gobierno sandinista de Nicaragua en el episodio conocido como Irán-contras.

Por ironías del destino, ha sido el dedo de un militar, el general retirado John Singlaub, el que ha señalado que McCain llegó a formar parte del Consejo para la Libertad Mundial de Estados Unidos, una organización internacional vinculada con ex colaboradores nazis y escuadrones de la muerte ultraderechistas en Centroamérica. El grupo estaba dedicado a desarraigar el comunismo en el mundo.

Los vínculos de McCain con una organización que nació a mediados de la década de los 60 y que financió, entre otros, a Osama Bin Laden y a su ejército de mujaidines que combatían contra el invasor soviético en Afganistán, han sido expuestos por el general Singlaub, un amigo personal del padre de John McCain que conoció al actual candidato a la presidencia cuando éste iniciaba su carrera como senador en Arizona.

“Tuvimos a McCain en la junta de asesores para hacerle sentir que no estaba al margen”, dijo Singlaub. Interrogado sobre su pertenencia a esta organización, McCain ha señalado que renunció al comité de asesores en 1984 y solicitó que su nombre fuera removido del directorio en 1986.

La versión contrasta con la de Singlaub, quien no recuerda que McCain le haya comunicado su intención de renunciar.

El señalamiento formulado por la nota anterior no es un asunto ligero. El tal Consejo para la Libertad Mundial de Estados Unidos no era más que otra fachada de la Liga Mundial Anticomunista, tras cuya máscara pública se escondía un avispero de neo-Nazis cuyo principal operador en México y desde México hasta el resto de Latinoamérica era la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara, precisamente la principal propaladora en el continente americano de propaganda neo-Nazi antisemítica inspirada en la mitología de "la gran conspiración judía masónica comunista". Esto permite establecer por vez primera una conexión entre el candidato presidencial Republicano John McCain y la neo-fascista Universidad Autónoma de Guadalajara. Y de los nexos y contactos entre la organización terrorista clandestina de extrema derecha Tecos de la Autónoma de Guadalajara y los escuadrones de la extrema derecha culpables de atrocidades y crueldades sin límite en países como El Salvador existen ya muy pocas dudas entre una cantidad creciente de historiadores alrededor del mundo. La nota explica indirectamente el por qué hoy, ahora, los propietarios de la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara siempre han visto con muchas simpatías a John McCain como su favorito indiscutible para ser Presidente de los Estados Unidos, además del hecho de que tienen "fichado" a Barack Obama como "un izquierdista socialista" además de destestarlo profundamente por el simple color de su piel del mismo modo en que detestan profundamente a los judíos por el solo hecho de ser judíos al achacarles la supuesta "gran conspiración judía masónica comunista".

La mecha de la bomba en realidad ya había sido encendida por un estratega del Partido Demócrata, Paul Begala, en su aparición en el programa televisivo dominical Meet the Press radiado a cadena nacional en los Estados Unidos el 5 de octubre del 2008, cuando señaló los nexos de McCain con esta bien financiada organización reducto de neo-Nazis y fascistas, pero la bomba vino haciendo explosión con las revelaciones y confirmaciones dadas por el General Singlaub.

Veamos a continuación un extracto de una noticia publicada por el periódico norteamericano The Huffington Post:

Por qué las ligas de McCain con el Consejo para la Libertad Mundial importan
Sam Stein
The Huffington Post
6 de octubre del 2006

El Consejo Norteamericano para la Libertad Mundial (USCWF) fue fundado en Phoenix, Arizona (¡el candidato presidencial Republicano John McCain es Senador precisamente por el Estado de Arizona!) en noviembre de 1981 como una extensión de la Liga Mundial Anti-Comunista (WACL). El grupo fue, desde el principio, ensillado con la mala reputación de su grupo progenitor. El USCWF tenía ligas con figuras de extrema derecha y escuadrones de la muerte latinoamericanos. Roger Pearson, el dirigente de la WACL, fue expulsado de dicho grupo en 1980 bajo cargos de que era miembro de una organización neo-Nazi. (Spectator tiene varios reportes de que el antropólogo inglés-americano Roger Pearson, propulsor de las doctrinas raciales de Hitler, tenía contactos directos con la organización ultraderechista Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Sin embargo, estos reportes no han podido ser verificados aún de modo fehaciente.)

El Consejo Norteamericano para la Libertad Mundial argumentó haberse limpiado de estos elementos. El director del grupo, General Mayor retirado John Singlaub, dijo que había purgado algunos de los integrantes más "disparatados", incluyendo un capítulo mexicano (¡esta es una referencia directa e inconfundible a la Universidad Autónoma de Guadalajara y su terrible organización terrorista secreta de extrema derecha Tecos que sigue en plena vigencia y expansión en estos momentos! que "le echaba la culpa de todo a los judíos" e "inclusive acusaba al Papa Juan Pablo de ser un judío". La Liga Anti-Difamatoria, antes crítica, aplaudió a Singlaub por sus esfuerzos. Más aún, el USCWF adquirió cierto sentido de legitimidad política cuando el Presidente Ronald Reagan se dirigió a dicho grupo en septiembre de 1984.

Pero las actividades secretas del grupo seguían siendo motivo de controversia. Argumentaba apoyar a "movimientos de resistencia pro-democráticos luchando contra el comunismo totalitario". Y durante los ochentas se convirtió en un vehículo para la administración de Reagan para apuntalar algunos de los más totalitarios esfuerzos anti-comunistas en América Central.

¿Realmente pensaba John McCain que podría mantener oculta por tiempo indefinido esta preocupante información al estar contendiendo por el puesto público más poderoso del mundo? ¿Realmente pensaba que sus nexos, directos o indirectos, escaparían la detección de cientos de periodistas e investigadores escarbando en estos momentos su pasado? ¿Realmente pensaban los dueños de la Universidad Autónoma de Guadalajara que este enlace preocupante no saldría a relucir jamás?

No resulta claro el por qué un hombre tan brillante como cruel y despiadado, el General John K. Singlaub (sin ser un Nazi, él habría sido un valioso elemento dentro de las SS de Hitler), haya decidido romper el silencio y revelar lo que sabía acerca de esta preocupante conexión faltando apenas 3 semanas para que los norteamericanos emitan su voto para decidir quién será el próximo Presidente de su país. ¿Fue esto motivado por un arrepentimiento tardío? ¿Fue quizá el haberse dado cuenta de que un hombre con este pasado, puesto en la Presidencia del país más poderoso del mundo, podría llevar a la humanidad entera a la Tercera Guerra Mundial y la consecuente extinción de la especie humana en el planeta? Sea lo que haya sido, estas revelaciones hechas justo a tiempo deben ser bienvenidas como parte de la dolorosa catarsis requerida para afrontar lo más obscuro que pueda haber entre un negro pasado.

Este nuevo giro que está tomando la contienda presidencial en el país más poderoso del mundo y que está conmocionando a la sociedad norteamericana sólo viene a confirmar, una vez más, la gravedad de las denuncias que han estado haciendo tanto Spectator como otros, en el sentido de que la Segunda Guerra Mundial no ha terminado, se sigue librando en estos momentos aunque de otra manera, y tarde o temprano habrá que hacer frente a esta amenaza que por lo pronto, independientemente de estarle arruinando al candidato Republicano John McCain sus esperanzas de convertirse en el próximo Presidente, ya hundió los procesos electorales presidenciales de México en el 2006 y cuyas consecuencias está pagando a un precio estratosférico el pueblo de México por haberse dejado engañar por quienes son, han sido, y seguirán siendo, maestros excelsos del engaño.

¿Y qué tan efectiva resultó ser la guerra sucia mediática al estilo mexicano emprendida por el Republicano conservador John McCain en contra del Demócrata liberal Barack Obama?

Justo al explotar el escándalo de los nexos olvidados de John McCain con grupos de filiación extremista neo-Nazi, el mismo día 15 de octubre del 2008 y de acuerdo con los resultados de una encuesta, Obama le llevaba ya 14 puntos porcentuales de delantera a John McCain, como podemos leerlo en la siguiente nota:

Obama saca 14 puntos de ventaja a McCain
Encuesta indica que la gente desaprueba la oleada de ataques personales contra Barack
J. Jaime Hernández
EL UNIVERSAL
15 de octubre del 2008

WASHINGTON.— El candidato demócrata a la Presidencia estadounidense, Barack Obama, tiene una ventaja de 14 puntos porcentuales sobre su rival republicano John McCain, según una encuesta divulgada ayer por la cadena CBS y el diario The New York Times.

Según la encuesta, Obama cuenta con 53% de la intención de voto, mientras que McCain recibe 39%. Se trata de la mayor distancia registrada hasta ahora en un sondeo en la lucha de ambos por llegar a la Casa Blanca, y se divulga en la víspera de su último debate televisado esta noche en la Universidad Hofstra en Hempstead, Nueva York.

Además, Obama consolidaba ayer su avance en cuatro estados claves en las presidenciales del próximo 4 de noviembre con un margen de hasta dos dígitos frente a McCain.

El avance de Obama en Minnesota, Michigan, Wisconsin y Colorado —según las encuestas realizadas por la Universidad de Quinnipac y The Wall Street Journal—, ha atizado el nerviosismo y la crispación en el interior de la campaña republicana, que hoy paga una amarga factura tras su apuesta por la carta racial y la guerra sucia para presentar al candidato demócrata como un candidato ajeno al estilo de vida estadounidense y amigo de terroristas. Según el Times, seis de cada 10 consultados tienen una mala opinión del cariz que ha adoptado la campaña republicana en los últimos días, caracterizado por abundantes críticas personales contra Obama, por lo que opinan que McCain ha dedicado más tiempo a arremeter contra su rival que a explicar su programa electoral.

El lunes pasado, The Washington Post, la cadena ABC y la empresa Gallup confirmaban el avance de Obama a nivel nacional con un margen de 10 puntos, en una progresión que ha tenido su correspondencia en estados del medio oeste que serán cruciales y en donde muy pocos apostaban por un avance del candidato demócrata.
Faltando tan pocos días para llevarse a cabo las elecciones, de acuerdo con los libros de Historia jamás contendiente presidencial alguno ha logrado remontar una desventaja tan amplia en tan poco tiempo.

Si los creadores de la Organización Nacional del Yunque y de la temible organización Tecos le apostaban al éxito de una exportación fuera de México de las tácticas de guerra sucia para detener el avance del candidato presidencial Barack Obama al cual detestan, el resultado fue contraproducente. Y es que en los Estados Unidos, a diferencia de lo que ocurre en México, las corrientes de la derecha conservadora y la derecha ultraconservadora no cuentan con un duopolio a su servicio como TELEVISA y TV Azteca; los norteamericanos jamás tolerarían una aberración semejante en su país tratándose de los medios visuales de comunicación.

Por una curiosa coincidencia, a los pocos días de hacerse pública la revelación de los presuntos contactos del Senador de Arizona John McCain con grupos extremistas neo-Nazis de Latinoamérica, también se hizo del conocimiento mundial algo que tiene que ver con la nota aparecida en el Huffington Post: la confirmación dada por el Cardenal Stanislaw Dziwisz de la sangre derramada por el Papa Juan Pablo II a causa de un atentado en contra de su vida ocurrido el 12 de mayo de 1982 en Fátima (Portugal) a manos del sacerdote español extremista Juan María Fernández y Krohn, para lo cual el agresor llevó consigo un cuchillo de bayoneta. Resulta que el hombre que atentó en contra de la vida de Juan Pablo II era un sacerdote opuesto a las reformas llevadas a cabo en el Concilio Vaticano II y que en su mente enferma creía que Juan Pablo II era un agente secreto del comunismo (un cripto-judío) trabajando en secreto para corromper al Vaticano. En pocas palabras, este sacerdote era un tipo nutrido con la misma ideología con la que se instruye a los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara en México, al otro lado del mundo, los cuales a su vez festinaron el deceso de Juan Pablo II ocurrido el 2 de abril del 2005 como lo comenta Spectator en la sección titulada "La Ultraderecha Mexicana y el Papa Juan Pablo II" que forma parte del blog La Ultraderecha Mexicana: Complot contra México elaborado por el ya célebre equipo académico Alianza Estudiantil Prometeo de la Universidad Iberoamericana.

El "sacerdote" tradicionalista ultra-conservador Fernández Krohn, de la clase de sacerdotes fieles a la línea marcada por otros como Denis Fahey y Charles Coughlin, de la clase de nuevos sacerdotes tradicionalistas radicales que con una mano haciendo la señal de la cruz imparten amorosamente su bendición mientras que con la otra le clavan un puñal al que está siendo bendecido, jamás ha expresado remordimiento alguno en su vida por la sangre que le derramó al Papa y por el contrario insiste en negar lo que hizo pese a que fue impedido in fraganti de poder consumar su crimen (esta gente radical nunca se arrepiente de lo que hace en contra del prójimo). Hoy dice encontrarse "autoexiliado" (¿?) en Bélgica, en donde ya le ha estado causando dolores de cabeza a las autoridades de dicho país:





La nota del Huffington Post en su parte en la que menciona al capítulo mexicano (los Tecos de la UAG) que fue echado del Consejo Norteamericano para la Libertad Mundial por su extremismo neo-Nazi y el cual "inclusive acusaba al Papa Juan Pablo de ser un judío" es bastante clara al respecto. De este modo, dos revelaciones distintas hechas casi al mismo tiempo pero en distintas circunstancias confluyen a fin de cuentas en lo mismo. Se debe remarcar que el odio profundo en las mentes de los ultraderechistas jaliscienses en contra del Papa fue documentado por la Alianza Estudiantil Prometeo en el 2003, varios años antes de que se diese a conocer en el 2008 la noticia sobre el atentado cometido en Fátima en contra de la vida de Juan Pablo II. Sobre estos tipos que se proclaman devotos seguidores de las enseñanzas de Jesús, lo único que podemos decir aquí es: si no respetan ni siquiera al mismo Papa, ¿a quién habrán de respetar?

Como si no bastase todo lo anterior como un cúmulo de malas noticias para las organizaciones secretas de extrema derecha de México, tal vez lo que más les ha de revolver su estómago es el hecho de que Barack Obama, el cual ni es judío ni es masón (y por lo tanto no encuadra dentro de las estrafalarias teorías ultraderechísticas acerca de "la gran conspiración judía masónica comunista") ha recibido un entusiasta apoyo de una gran cantidad de jóvenes judíos norteamericanos que simpatizan con el enorme carisma y el mensaje de cambio que Barack Obama trae consigo, los cuales identificándose como la corriente schlep (una palabra de origin etimológico yidish que significa caminar o moverse despacio y sin preocupación pero que también se interpreta como "jalar") están presionando inclusive hasta sus abuelos para que salgan a votar a favor de Barack Obama, como está ocurriendo en el gran estado de Florida. (El apoyo a Barack Obama no es unánime entre los judíos norteamericanos, también John McCain contaba con algunas simpatías entre un grupo considerable de judíos norteamericanos, aunque las recientes revelaciones sobre los nexos de John McCain con organizaciones de extrema derecha antisemíticas posiblemente le va a costar a McCain toda esa base de apoyo dificultándole aún más el poder recuperarse.)

Ante la enorme popularidad de Barack Obama y sus crecientes posibilidades de poder convertirse en el primer Presidente afro-americano de la primera potencia económica y militar del planeta, desbancando por la borda las teorías supremacistas del Nazismo y asestándole de paso un duro golpe a la propaganda de grupos ultraderechistas norteamericanos como Stormfront, era de esperarse que los adherentes al neo-Nazismo se movilizaran para impedir, por la vía de la violencia, que tal suceso histórico se pudiera dar. Y en efecto, hubo un complot para asesinar a Barack Obama faltando menos de una semana para llevarse a cabo las elecciones, para el cual los perpetradores neo-Nazis ya estaban en disposición de llevar a cabo una misión suicida, como podemos leerlo en la siguiente nota:

Pretendían neo-Nazis asesinar a Obama
Associated Press
28 de octubre del 2008

Washington— Un complot para asesinar al candidato presidencial demócrata Barack Obama y balear o decapitar a 102 personas de raza afroamericana en Tennessee fue desarticulado, indicó la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego.

En documentos dados a conocer ayer en la Corte Federal de Distrito en Jackson, Tennessee, los agentes dijeron que interrumpieron los planes de dos “cabezas rapadas” neonazis para robar una tienda de armas y atacar una escuela secundaria a la que acuden principalmente afroestadounidenses, en una serie de asesinatos que habría comenzado en Tenessee. Los agentes dijeron que los presuntos atacantes no proporcionaron el nombre de la institución educativa.

Los “cabezas rapadas” planeaban balear a 88 personas de raza afroamericana y decapitar a 14, explicó Jim Cavanaugh, agente especial en Nashville de la ATF, siglas en inglés de la agencia de control de alcohol. Los números 88 y 14 son simbólicos en la comunidad que exalta la supremacía de la raza blanca.

Los hombres también planeaban extender su sangrienta campaña a nivel nacional, con Obama como su víctima final, dijo Cavanaugh.

“Dijeron que ese sería su último acto, el final: que intentarían matar al senador Obama”, dijo Cavanaugh. “No creían que serían capaces de hacerlo, pero que morirían intentándolo”.

Una vocera de Obama, que viaja con el candidato en su campaña en Pennsylvania, no emitió ningún comentario al respecto inmediatamente.

Los sospechosos, Daniel Cowart, de 20 años:



proveniente de Bells en Tennessee, y Paul Schlesselman de 18 años, de Helena-West Helena en Arkansas, se encuentran bajo custodia sin derecho a fianza.

Un fusil, una escopeta de cañón recortado y tres pistolas les fueron confiscadas cuando los arrestaron. Las autoridades afirman que los dos se preparaban para asaltar una tienda de armas y robar otras piezas. Los dos hombres fueron arrestados el 22 de octubre por la oficina del alguacil del Condado de Crockett, Tennessee. “Una vez que arrestamos a los demandados y sospechamos que habían violado la ley federal, contactamos inmediatamente a las autoridades federales”, dijo Troy Klyce, alguacil de ese condado.

El abogado Joe Byrd, que defenderá a Cowart, no respondió a una llamada que se le hizo para conocer su opinión ayer.

Según los documentos de la corte, Cowart y Schlesselman compraron una cuerda de nilon y pasamontañas que usarían en un robo o asalto en alguna casa donde iniciarían su matanza, en la que supuestamente habrían ido de estado en estado asesinando personas.

Sobre el complot contra el candidato demócrata, de acuerdo con los documentos judiciales, Cowart y Schlesselman “planeaban conducir su vehículo tan rápido como pudieran hacia Obama para dispararle por las ventanillas”.

“Ambos individuos declararon que llevarían puestos esmoquins blancos y sombreros de copa en el intento de asesinato”, según los documentos de la corte. “Ambos declararon después que sabían que posiblemente morirían en su intento y estaban dispuestos a hacerlo”.

Cavanaugh afirmó que no hay evidencias, hasta ahora, de que otras personas se dispusieran a ayudar a los detenidos en el complot.

Todavía se investiga el caso y se les podrían imputar otros cargos además los que ya enfrentan, como poseer un arma sin registro y amenazar a un candidato a la presidencia.

Los documentos de la corte señalan que los dos hombres se conocieron hace aproximadamente un mes en la Internet y encontraron temas comunes en la filosofía que comparten sobre “el poder de la raza blanca” y las “cabezas rapadas”.

Los fanáticos ultra-radicales a los que hace mención la nota citada estaban dispuestos a morir para tratar de llevar a cabo sus propósitos. Esta disponibilidad para la ejecución de actos suicidas en aras de algún fanatismo es típico en los grupos radicales que usan a la religión o "el derecho de la supremacía de la raza blanca" para justificar sus locuras. Y estaban dispuestos a asesinar de paso a muchos otros inocentes por el "intolerable delito" de tener piel de color obscuro. La única razón por la cual estos zafados no se salieron con la suya es porque las autoridades les descubrieron sus planes antes de que los pudieran llevar a cabo, y de lo contrario habrían no sólo cambiado el curso de la Historia sino que habrían arrojado a su propio país al marasmo. De haber tenido éxito, el frustrado atentado en contra de la vida de Barack Obama en medio de una crisis financiera como la de 1929 habría arrojado al país a un estado de anarquía y caos como el que aprovechó Hitler en Alemania para instalarse firmemente en el poder. Las posibilidades de que ésto pudiera haber ocurrido demuestran de manera contundente cómo una sola persona fanática en grado extremo puede ser capaz de alterar las vidas de millones de conciudadanos suyos. Hitler ayer, Daniel Cowart hoy, ambos con un potencial extraordinario para arruinar a una nación en aras de su bizarra ideología.

El mensaje de cambio y de esperanza de Barack Obama es similar al mensaje de cambio que el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador llevaba en su campaña presidencial en México. Desgraciadamente, todos sabemos cómo terminó la cosa en México. Y desgraciadamente también, las consecuencias en México de lo que ocurrió en el 2006 están a la vista de todos sin esperanza alguna visible en el horizonte. ¡Escuchen bien los demás países del mundo y vean lo que ocurrió y está ocurriendo en México, con el fin de ponerse en estado de alerta máxima e impedir que ocurra en ellos lo mismo que lo que acontece en México!